¿Qué sucede con Perú si nuestras autoridades no tienen injerencia en la crisis mundial de alimentos y fertilizantes y dependen de lo que suceda en Europa? Estamos a su merced y de manos atadas. GRAIN sostiene que se necesitan de manera urgente medidas para poner freno al poder corporativo en el sistema alimentario y atender la crisis alimentaria.
El 1 de junio Rusia comunicó al resto de partes del acuerdo de granos que limitará la exportación de cereal ucraniano mientras no se faciliten sus exportaciones de amoniaco para la producción de fertilizantes a través de Ucrania.
El reciente sabotaje a la tubería de amoniaco “Toliati-Odesa”, que Moscú atribuye a Ucrania, podría poner el punto final al acuerdo del grano en julio próximo.
“El aumento de los precios de los alimentos y la energía provocado por el conflicto, ha puesto de relieve la cuestión de la seguridad alimentaria”, afirmó la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, el 1 de junio durante su intervención en el evento virtual 'Diálogos sobre el comercio de alimentos', dedicado a la iniciativa sobre la exportación de cereales por el mar Negro.
Rusia, Turquía, Ucrania y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzaron la Iniciativa Granos del Mar Negro como mecanismo para la exportación segura de granos, alimentos relacionados y fertilizantes, incluido el amoníaco, desde tres puertos ucranianos claves en el mar Negro destinados a los mercados mundiales.
El Ministerio de Defensa de Rusia emitió el miércoles 31 de mayo un comunicado en el que acusa a Ucrania de haber volado un oleoducto de amoníaco en la región de Járkiv.
Por su parte, las autoridades ucranianas culparon a los bombardeos rusos de los daños. Hasta la fecha, la agencia de noticias CNN, no puede verificar de forma independiente ninguna de las dos afirmaciones.
El Ministerio de Defensa de Rusia emitió el miércoles 31 de mayo un comunicado en el que acusa a Ucrania de haber volado un oleoducto de amoníaco en la región de Járkiv.
Por su parte, las autoridades ucranianas culparon a los bombardeos rusos de los daños. Hasta la fecha, la agencia de noticias CNN, no puede verificar de forma independiente ninguna de las dos afirmaciones.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, dijo que tomaría de uno a tres meses reparar el daño del oleoducto de amoníaco Togliatti-Odesa, durante una rueda de prensa.
Según ella, el oleoducto de amoníaco, el más largo del mundo, puede ser clave para la renovación del acuerdo de exportación de cereales al mar Negro y que debería el 17 de julio de 2023.
Cabe destacar que un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) publicado el 20 de octubre de 2022 afirma que la Iniciativa de Cereales del Mar Negro ha ofrecido esperanza y demostrado el poder del comercio en tiempos de crisis.
La citada iniciativa fue firmada en julio de 2022 con la finalidad de reanudar las exportaciones de grano ucraniano a través del Mar Negro en medio de la guerra.
El verdadero problema no es la escasez de grano, sino de fertilizantes para producir grano. Y Rusia controla buena parte de la oferta de fertilizante mineral. Es un problema geopolítico.
Según una alta autoridad ucraniana, Rusia ha realizado siembras de cultivos en territorios ucranianos reclamados por el presidente Vladimir Putin como parte del territorio ruso.
Las autoridades ucranianas también dijeron que Rusia está bloqueando el paso seguro de los envíos ucranianos de alimentos y fertilizantes establecido en la Iniciativa de Granos del Mar Negro.
Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, confirmó que Rusia impuso recientemente una “continua ralentización” en la aplicación de dicho acuerdo.
En este contexto, los puntos críticos de inseguridad alimentaria en el mundo aumentan periódicamente. Y el aumento de los precios de los alimentos y la volatilidad del mercado afecta a todos los países, sobre todo a los menos autosostenibles.
El conflicto entre Rusia y Ucrania dejó al descubierto las raíces más profundas de la globalización, y con ello la manera en que puede ser usada como un arma de guerra muy persuasiva.
En este conflicto de intereses, se suma una crisis energética que va en aumento, la falta de granos y de fertilizantes, la interrupción de los circuitos logísticos y un problema climático severo con inundaciones y sequías en incremento. Todos estos factores –como un efecto tipo dominó– ponen en riesgo la seguridad alimentaria.
Mientras se intenta aminorar los impactos de esta lamentable situación, los países del tercer mundo seguirán pagando de más por alimentos de primera necesidad.
Esto obligará a optar por adquirir alimentos de menor calidad nutricional u optar por alimentos transgénicos, cuyo consumo pueden ocasionar daños en la salud.
La Wikipedia, indica que “en el ámbito de la política internacional, el término poder de los alimentos hace referencia al uso de la agricultura como un medio de control político donde una nación o grupo ofrece o retiene bienes frente a otra nación o grupo de naciones de manera de manipular el comportamiento.”
La organización GRAIN detalla en un informe que el cartel de los fertilizantes infló sus márgenes y triplicaron sus ganancias en comparación a las obtenidas dos años atrás.
Ello se debe, en parte, al poder monopólico de las empresas de fertilizantes que han subido los precios muy por sobre el aumento de los costos de producción y aumentaron sus márgenes de ganancia a 36 por ciento en 2022.
¿Qué sucede con Perú si nuestras autoridades no tienen injerencia en la crisis mundial de alimentos y fertilizantes y dependen de lo que suceda en Europa? Estamos a su merced y de manos atadas. GRAIN sostiene que se necesitan de manera urgente medidas para poner freno al poder corporativo en el sistema alimentario y atender la crisis alimentaria.